
Hay que reconocer que ayer lo pasamos muy bien en el taller de interpretación coral, con
Enrique Azurza como
director invitado y con
Aitor Apraiz, como
organista. Vinieron muchos participantes, eramos casi 60 personas. Algunos pertenecían a otros coros, otros eran amigos con curiosidad por ver "de qué va todo esto". Pero, eso sí, todos con muchas ganas de aprender y pasarlo bien cantando.


Antes de nada, hicimos un precalentamiento. Enrique nos enseñó a sentarnos bien, a vocalizar, a colocar el paladar, a poner cara de lelos, a respirar con el diafragma, (que como veis en la foto de abajo, después algunos siguieron practicando, jejeje), etc. Hicimos unas risas y nos preparamos para "
entrar en la arena".

Comenzamos con
"Gloria in excelsis deo", de
Vivaldi, que tuvo una gran acogida y además, mucha gente ya la conocía, asi que la trabajamos con ganas. Luego Enrique dijo de ensayar
"Ave verum corpus", de
Mozart, completamente diferente a la anterior, más difícil, pero que sonó de maravilla.

Hicimos un descanso de diez minutos y volvimos con
"Dirait-on", de
Lauridsen. Los que la sabíamos disfrutamos mucho recordándola, también intentamos ayudar a los que estaban a nuestro lado y no la sabían. Reconozco que teníamos ventaja, pero en tres horas no da para más.
Si os apetece la podéis escuchar en el vídeo que viene a continuación,interpretada por un coro alemán, pero tendréis que subir un poco más el volumen, pues se oye bajo.
La verdad es que es una delicia escucharlo. Cerrad los ojos y "sentid su caricia".
Con la última, sin embargo, todo el mundo dio rienda suelta a sus pulmones, fue "Va pensiero" de Verdi, de la ópera Nabucco (1842.La Scala de Milán), interpretada por el coro de los esclavos hebreos. Se notó que habíais ensayado en casa...
Al final, como ya habíamos anunciado hubo un "pequeño ágape", en el que pudimos charlar y conocernos un poco más y, ¿cómo no? el que quiso cantó y bailó hasta el amanecer...

Solo me queda daros las gracias por vuestra asistencia y por hacer que la música sea tan importante en nuestras vidas.
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