domingo, 27 de noviembre de 2011

Del Requiem a los villancicos


Se acabó el Requiem. El jueves lo dimos todo, como siempre, pero en un escenario de lujo y arropados por un equipo de primera.

Sobre el Requiem poco nos quedaba por decir, sólo nos faltaba cantarlo ante el público de Bilbao, fue la prueba de fuego y estamos convencidos de que la superamos. Se sentía esa complicidad entre los que interpretábamos la obra y los que la escuchaban. Todos la sentíamos a la vez, hubo "feeling", nos estremecimos unas cuantas veces y hasta se podría decir que más de uno se enjuagó alguna lágrima.
Se palpaba el silencio y se agradeció el respeto hacia Mozart y su obra, única e irrepetible, como dijo el Maestro Conti.
En verdad hay un antes y un después de este concierto participativo. Pasaremos página pero nos costará un tiempo dejar de pensar en el Requiem.
Si pudiéramos pedir un deseo le pediríamos a la Fundación La Caixa que nos llamara el próximo año para un nuevo concierto. Les agradecemos su labor social y esperamos que siga durante muchos años haciendo felices a tantos amantes de la música.
lo nos queda agradecer su participación, en primer lugar, al público, que nos consta que en su mayoría fueron personas cercanas a nosotros, tanto familiares como amigos o conocidos.
Después, ya sin orden de prioridad, a todos los coralistas de los demás coros, con los que hemos compartido varios fines de semana ensayando y que ahora les conocemos un poco más. Un agradecimiento especial al Coro Lírico de Cantabria, por desplazarse hasta el País Vasco y acompañarnos, al igual que el coro principal, León de Oro, desde Asturias, gracias por sus maravillosas voces y su profesionalidad.
Gracias a los solistas, Raquel Lojendio, Cristina Faus, Agustin Prunell-Friend y a Josep-Miquel Ramón, que nos deleitaron con sus actuaciones. A la BOS, por su inestimable colaboración y a Belén Sierra por acompañarnos al piano en los ensayos de forma infatigable y sobresaliente.
GRACIAS en mayúsculas a todos los directores (Manuel Torre Lledó, José Luis Ormazabal, Belén Madariaga, Enrique Azurza, Marian Urkiola y Alberto Carrera) que nos han preparado y nos han animado tanto, convenciéndonos de que eramos capaces de hacerlo y bien, como al final ha sido. No nos olvidamos del director de los dos primeros ensayos, Javier Corcuera, que nos puso en marcha y nos dejó su huella imborrable. Y por último, la persona que ha hecho posible que todos nos uniéramos de forma "civilizada" y que sonáramos como si fuéramos uno. Nos referimos al Maestro Marzio Conti, que además de dirigirnos musicalmente, nos enseñó a interpretar lo que cantábamos y a transmitirlo, o por lo menos nos dio las pautas para intentarlo. Gracias por hacernos creer que nosotros, con nuestra música estamos ayudando a que el mundo sea un poquito mejor. Si hubiera más gente como la que estaba el jueves en el Euskalduna, seguro que habría menos guerras y menos crisis.
Iremos preparándonos para "el espíritu de la Navidad"...

domingo, 20 de noviembre de 2011

Después del Requiem hay vida

Últimamente parece que toda nuestra vida gira alrededor del Requiem, tenemos su melodía continuamente en nuestra cabeza, no nos cansamos de esta obra, ¿por qué será? podríamos dar muchas razones, pero la más importante nos la ha explicado este fin de semana, en el ensayo, el Maestro Conti.

El Requiem de Mozart está lleno de sentimiento, para Marzio ese sentimiento se llama amor. Amor a la humanidad. La música nos une y nos hace mejores.

Si conseguimos en el concierto del próximo jueves 24, transmitir lo mismo que hemos sentido en los ensayos, lograremos sembrar una semilla de amor entre los que vengan a escucharnos. Será nuestra pequeña aportación a este momento de crisis mundial por el que estamos pasando y que nos está afectando a todos, en mayor o en menor medida.

Para este gran director es primordial la conexión con el público, llegar a envolverle bajo una cúpula imaginaria en la que estemos todos.

Nosotros, precisamente por ser coralistas amateurs, podemos hacer que brote desde lo más profundo de nuestro ser, la magia de la música y lograr que los espectadores sientan y compartan nuestra felicidad. Suena un poco cursi, pero al final es lo que queremos todos, ¿no?

Este fin de semana hemos aprendido muchas cosas, además de ensayar el Requiem de Mozart.

Tenemos suficiente energía entre todos para cambiar un poco este mundo.

¡Intentémoslo, al menos!

viernes, 18 de noviembre de 2011

Bienvenido Maestro Conti

Marzio Conti, nuestro director el próximo 24 de noviembre, en el Concierto Participativo de La Obra Social La Caixa, “Requiem de Mozart”, está ya en Bilbao.

Ayer dirigió en el Euskalduna, dentro de los Conciertos Sinfónicos de la Temporada BOS 3, al prestigioso pianista coreano, Wonny Song, junto a la Orquesta Sinfónica de Bilbao, deleitando los oídos atentos de tantos aficionados a la música orquestal. Fueron tres grandes obras, “De la belleza inhabitada”, de Javier Santacreu, “Concierto para piano y orquesta en La menor”, de Edvar Grieg y “La Boutique fantasque”, de Gioachino Rossini y Ottorino Respighi.

Mañana tendremos el placer de conocerle en persona, en el tercer fin de semana de ensayos de este maravilloso Requiem que nos está absorbiendo los sentidos…

Nacido en Florencia en 1960, Marzio Conti ha colaborado regularmente con instituciones y orquestas como la Orquesta del Teatro Regio di Torino, Orquesta del Teatro Massimo di Palermo, National Symphony Orchestra de Irlanda, Bournemouth Symphonietta, Dortmund Staatsoper, Saarbrücken Staatsoper, además de varias orquestas españolas.

Han actuado con él solistas como Barbara Hendricks, Mischa Maisky, Boris Belkin o Renato Bruson. Ha sido Director Principal de la Orchestra Filarmonica di Torino, Director Artístico de la Orchestra Sinfonica di Sanremo y Director Titular del Teatro Marrucino de Chieti.

Actualmente es Director Principal de la Orquesta Nacional del Principado de Andorra y desde el pasado mes de julio es titular de la Orquesta Oviedo Filarmonía.

Como nos consta que al ensayo viene mucha gente que no es del mismo Bilbao, sino de pueblos cercanos, incluso de fuera de Bizkaia y que algunos ya habéis curioseado este blog, os vamos a enseñar unas preciosas vistas de la ciudad, por si os apetece mañana venir antes y dar un paseo. Lo único que tenéis que hacer es pinchar el link y jugar con el teclado. Entrareis en la web de Iberdrola, os va a encantar. Podéis situaros en el helipuerto que se encuentra encima de la torre, o en el monte Artxanda o en el puente de Deusto, etc, incluso podéis verlo todo con vistas nocturnas. De cualquier forma es fascinante, ¡se nota que somos de Bilbao! , ¿a que sí?

http://www.visitavirtualtorreiberdrola.com/#/home/

Éstas son algunas fotos de nuestro archivo, que tienen su salsilla…

domingo, 6 de noviembre de 2011

Aplausos para el Maestro Corcuera

Segundo fin de semana ensayando el Requiem de Mozart en el Euskalduna. Afuera tiempo lluvioso y desapacible, en cambio, dentro, no ha podido ser más cálido y acogedor, entre tanto coralista entusiasta y comprometido.

Entre Javier, el director y Belén, la pianista, se nos han pasado los dos días sin enterarnos, hemos dado un repaso a toda la obra varias veces y se puede decir que ya es nuestra. La pena es que Javier no estará con nosotros en más ensayos, ahora que estábamos ya acostumbrados a su sonrisa….bueno y a su profesionalidad, por supuesto. Seguro que Marzio Conti, que será el que nos dirija el 24 de noviembre, cuando nos conozca, estará encantado de ver lo bien preparada que tenemos la obra.

Me gustaría recordar algunos matices que nos ha recalcado Javier y que nos puede ayudar releerlos en un momento dado. Por ejemplo, le ha dado mucha importancia a nuestra actitud, no sólo tenemos que cantar, sino también expresar el texto, que se refleje en nuestra cara lo que decimos, dejarnos llevar por lo que sentimos.

Nos ha recordado que la música no empieza cuando nosotros cantamos, a veces comienza unos compases antes y debemos escucharla para poder sumarnos a ella poco a poco, con el mismo ritmo. Participar de la música y sobre todo, cuando no cantamos.

También ha hecho hincapié en dos cuestiones: la vista y el oído. Es decir, mirar mucho las manos del director y escuchar a los compañeros, saber dónde coincidimos unos y otros, para no perder el ritmo, en resumen, cantar como si fuéramos un coro de cámara, con la mentalidad de “hacer música” juntos.

Nos ha enseñado que para dar bien los acentos hay que atacar primero y luego retirar. Ha insistido en la respiración, en cómo hacer los silencios, en cuidar los finales, las consonantes, las transiciones de forte a piano, de vez en cuando les regañaba a las sopranos para que no hicieran portamentos..., la verdad es que esta vez las contraltos hemos salido muy bien paradas, todo eran elogios, no sólo del director, sino de ¡nuestros propios compañeros!

Un ensayo muy instructivo, el ritmo... , no lo olvidéis, siempre estable, que nos aporte seguridad. Y tampoco olvidéis la suerte que tenemos de contar con estos directores tan estupendos. ¡Aplausos para todos ellos!