Como ayer decía un conocido periódico bilbaíno, se oyeron voces en la penumbra, que primero eran un rumor sordo y poco a poco se iban agigantando, como si llegasen al presente desde un remoto pasado. Algo de eso hubo, y nuestra coral fue la elegida para inaugurar en la Basílica de Begoña, la celebración de la XXXVII Semana Coral Vizcaína.
No se trató, contra lo que pudieran pensar los sordos de espíritu, de un espectáculo somnífero. Más al contrario, las voces, acunadas por las jóvenes manos de la organista Miriam Cepeda, lejos de dormir despertaron a los oyentes.
Allí donde tantos años estuvo Patxi García al frente, ayer estaba Eduardo Uriarte, vieja gloria de la prensa en Bizkaia. Presentó nuestro coro de 30 voces mixtas, Inmakuladako Abeslariak, dirigido por Alberto Carrera; las 25 voces graves mixtas de la Agrupación Coral Olagüe de Erandio, con la batuta de Paula Pérez Bueno como herramienta de gobernanza de los coralistas; las 30 voces de hombres y mujeres de Bakio, integradas en Bakioko Abesbatza bajo la dirección de Karmele Barrena; otras 40 gargantas aterciopeladas que conforman el Euskeria Abesbatza de Bilbao que se movieron al compás de Estitxu Arregi, y 45 voces mixtas de Bermeo -Bermeoko Abesbatza al aparato...-, de nuevo gobernadas por Karmele Barrena.
A lo largo de toda esta Semana Coral, desfilarán un total de 25 coros de toda Bizkaia, un registro que atestigua la buena salud de la música coral y polifónica de Bizkaia.
Y la tarde se abrió en flor con el Begoñako Andra Mari ...
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