El pasado jueves 11 de marzo, tras largos años espera, el Teatro Campos Elíseos de Bilbao abrió de nuevo sus puertas.
Nosotros fuimos el miércoles 17 a ver la presentación del último disco de Kantika Korala de Leioa –que dirige Basilio Astúlez- acompañados por la Joven Orquesta de Leioa, junto con un grupo de instrumentos autóctonos y la voz de dos estupendas sopranos, Jaurne Gaminde y Garbiñe Abendaño. Todos bajo la batuta de Margarita Lorenzo de Reizábal.
Este Cd está dedicado íntegramente a la música religiosa, reflejada de cuatro formas diferentes, ya que han participado en su composición cuatro autores de muy diversa procedencia.
En realidad, se estrenaron sólo dos de las obras, "Veni Sancte Spiritus" del japonés Kentaro Sato y "Magníficat" del pasaitarra Josu Elberdin, que nos sorprendió con multitud de contrastes, en cuanto a timbres y ritmos, gracias a la alternancia de solistas y coro y, también, a la trikitrixa, la alboka y la txalaparta.
La primera parte comenzó con el "Padre Nuestro" de Manuel Soler y la segunda con "Danzón nº2" de Arturo Márquez.
Por otro lado hay que decir que el equipo de arquitectos que ha trabajado durante mas de cinco años en la remodelación de este emblemático teatro, se merece un fuerte aplauso, sobre todo, Maider Alzola, hermana pequeña de mi querido amigo Omar, que no me había dicho nada...
También os puedo decir que el teatro fue diseñado por Alfredo Acebal y Jean Baptiste Darroquy, en 1901 y que es uno de los ejemplos más relevantes del "Art Nouveau" en el País Vasco.
Aspira a convertirse en un centro artístico de vanguardia especializado en artes escénicas, musicales y danzas contemporáneas, gestionado por la SGAE.
Una de las novedades en cuanto a tecnología es que las butacas son retráctiles y en seis minutos el teatro se puede convertir en una sala de baile, por ejemplo.
Esperemos que, algún día, nuestra coral, "Inmakuladako Abeslariak", pueda ofrecer a nuestro querido publico bilbaíno, un concierto en semejante escenario.
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