Ayer los Reyes Magos de Oriente nos visitaron para darnos un regalito por el buen año que hemos tenido, eran tres entradas para ver “El Cascanueces”, en el Teatro Arriaga, de Bilbao.
Esta gran obra de la danza clásica la compuso P.I.Chaikovski en 1892, para el coreográfo francés M.Petipa, poniendo música a la adaptación de A.Dumas del cuento “El Cascanueces y el rey de los ratones”, de E.T.Hoffmann.
Desde que en 1940 el Ballet Ruso de Montecarlo presentara una versión abreviada, este cuento se ha convertido en un rito navideño.
Igor Yebra, nuestro “Ilustre” bilbaíno y uno de los principales bailarines del Ballet de la Ópera de Burdeos, nos ha querido ofrecer un espectáculo de lujo, durante estos cinco últimos dias de la Navidad, acercándonos, en colaboración con el Teatro Arriaga, a un grupo de profesionales muy próximos a él y a alumnos y ex alumnos de su escuela de danza, abierta en Bilbao desde el 2006.
Ayer pudimos ver en los papeles protagonistas a Igor Yebra y a Oxana Kucheruk, haciendo de Drosselmeyer y de madre de Clara, respectivamente. También bailaron roles principales Saioa Vivanco (Clara), Aitor Galende (Cascanueces-Príncipe), Beñat Urrutia (Rey Ratón) y Ane Barrio (Hada).
“El cascanueces“ es una fábula sobre la añoranza perpetua por la infancia perdida y el contraste entre la realidad del mundo de los adultos y el mundo de los sueños de los niños.
Narra las aventuras de Clara, una niña a la que le regalan por navidad un cascanueces de madera con figura de soldado y que en sus sueños se convierte en soldado de carne y hueso y lucha valerosamente contra el Rey Ratón y su ejército.
Nos encantó la obra y sobre todo esa dulzura con que se movían todos los bailarines, ese arte que se consigue con muchos años de esfuerzo, pero que merece la pena por una puesta en escena única y entrañable, como la que nos ofrecieron ayer.
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